Desde Cochabamba a El Salvador: la Ley General de Recursos Hídricos es un negocio de pocos

“La naturaleza es la fuente de los valores de uso (¡que son los que verdaderamente integran la riqueza material), ni más ni menos que el trabajo, que no es más que la manifestación de una fuerza natural, de la fuerza de trabajo del hombre” (Carlos Marx, Critica al Programa de Gotha). 


La burguesía no solo se apropia de la fuerza de trabajo de las personas, también se apropia del valor y la riqueza generada de los bienes naturales, utilizando siempre a las leyes como instrumento de dominación contra la población trabajadora.

En octubre del año 1999, en Bolivia fue aprobada la Ley N°. 2029, denominada Ley de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario. Dicha ley tenía un enfoque privatizador, lo que llevó posteriormente a un estallido social en ese país, sobre todo en Cochabamba. El primer trimestre del 2000 constituyó una gesta de diferentes manifestaciones en contra de la concesión del servicio de abastecimiento de agua municipal; las concesiones estaban respaldadas desde la Ley No. 2029, una clara privatización del Agua (1).

Lo anterior trae como experiencia que no toda ley que regula el agua lo hace en beneficio de las mayorías, las leyes son la voluntad de la clase dominante del momento y existen sectores de la burguesía beneficiados.

El 22 de diciembre del 2021 la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó Ley General de Recursos Hídricos, la cual permitirá las concesiones y asocios públicos privados sobre el agua y saneamiento. A pesar de que la Ley posea una narrativa progresista, las disposiciones determinantes fueron diseñadas para beneficiar a sectores económicamente poderosos.

De igual forma privilegia a la burguesía con plazos amplios de autorización (15 años prorrogables) para la explotación de los mantos acuíferos sin estudios técnicos ambientales que determinen la disponibilidad de agua en dichos mantos acuíferos.

Históricamente frente a la incapacidad del Estado burgués de suministrar agua a la población, las comunidades se han organizado para satisfacer dicha necesidad, es así como surgieron los sistemas comunitarios de agua. A pesar de que dichos sistemas suministrar agua a un aproximado de 1 millón y medio de personas Ley General de Recursos Hídricos impone cánones a los mismos. Dichos cánones vendrán a generar un encarecimiento de los costos de producción del servicio dado por los sistemas comunitarios y a la postre un incremento en la tarifa por el suministro del agua, ello impactara gravemente en la población trabajadora.

Esas debilidades y otras son un claro ejemplo de que los intereses reflejados en la Ley General de Recursos Hídricos no son los del pueblo trabajador. Dicha Ley tiene una clara orientación mercantilista del agua, de la cual pretenden hacer un negocio de la burguesía.

En tal sentido la ley solo legitima y profundiza la injusta distribución actual del agua en el país. Que no te engañen. Si era necesaria una Ley, pero no cualquier Ley. Ya se ha tenido la experiencia de Cochabamba en Bolivia. Solamente la organización y la movilización del pueblo 3 genera las victorias.

No hay que olvidar que el capitalismo mercantiliza todo, tantos los bienes naturales y a las personas. Para acabar con ello de raíz es necesaria a la postre su abolición. Los gobiernos solo han sido administradores de dicho sistema y no se am planteado la tarea mencionada.

 


(1) Manuel de la Fuente. “La “Guerra” por el Agua en Cochabamba. Crónica de una dolorosa victoria”. Abril 2000. Tomado de: https:// web.archive.org/web/20101214051750/http://www.umss.edu.bo/ Academia/Centros/Ceplag/AguaMDLF.PDF#

La Verdad, órgano de divulgación del PCS, N° 46, Marzo 2020

El PCS, ante los acontecimientos y medidas tomadas por el Gobierno en el marco del COVID-19



El Partido Comunista de El Salvador, ante los recientes acontecimientos y medidas tomadas por el Gobierno de El Salvador en el marco de la pandemia del COVID-19, EXPRESA:

En apariencia el gobierno de El Salvador ha emitido medidas para proteger a la población; no obstante, las medidas emitidas solo buscan salvaguardar el modelo económico y el modo de producción capitalista. La crisis ha develado aún más las asimetrías generadas por el capitalismo al identificar muchas comunidades sin agua potable y vivienda digna para hacer frente a la pandemia, y personas que deben incumplir la “cuarentena domiciliar” en búsqueda del sustento diario.

Si bien es cierto muchas de las medidas han sido aplaudidas por la comunidad internacional, así como por buena parte de la población; actualmente no se han emitido medidas contundentes en beneficio de la clase trabajadora y el pueblo trabajador. Más bien las acciones vienen a perpetuar el sistema capitalista, protegiendo a la burguesía, así como cargando el peso de la crisis en los hombros de la clase trabajadora. Es por ello que DENUNCIAMOS:

1º Que el Gobierno ofrezca jugosos créditos a los grandes empresarios de este país, ya que esto significa que la clase trabajadora tendrá que pagar con sus tributos la multimillonaria deuda que el Estado tendrá que adquirir para este efecto. Mientras la mayoría de la población únicamente se le está ofreciendo un miserable subsidio de $300 que será insuficiente para cubrir las necesidades de las familias más numerosas y que a la postre se pagará con los impuestos de la clase trabajadora en el marco de una estructura tributaria injusta y regresiva.

2º Que dichos fondos provendrán de un empréstito multimillonario que será adquirido a través del FMI, contribuyendo así a la espiral de endeudamiento que ha caracterizado el actuar de este y anteriores Gobiernos. Por ello denunciamos la aprobación de la ley de amnistía fiscal que fue promovida por el Órgano Ejecutivo en los pasados meses, pues creemos que la deuda en evasión y elusión fiscal que fue perdonada a la burguesía, podría ser utilizada para mejorar el sistema de salud, así como brindarles a las familias más desprotegidas un subsidio que realmente les permita poder abastecerse de alimentos y servicios básicos.

3º Que a pesar de la aparente preocupación del Gobierno por el esparcimiento del virus, no es ningún secreto que el presupuesto para la cartera de Salud no fue incrementado en los pasados meses, y por el contrario, seguridad cuenta con casi un 30% del presupuesto anual. Asimismo, también agradecemos la solidaridad expresada por el pueblo Cubano, al ofrecer el envío de Interferón para combatir la enfermedad en los posibles infectados, y a su vez denunciamos el silencio del presidente Nayib Bukele al respecto.

4º También denunciamos que la burguesía sigue atropellando los derechos de la clase trabajadora de diversas formas. Muchas empresas siguen obligando a sus trabajadores a presentarse a laborar en las instalaciones, aun cuando estas se encuentran fuera de las excepciones expresadas en los Decretos emitidos. Así como otras empresas siguen especulando y acaparando mercadería aprovechándose de la actual situación, inclusive irrespetando el control de precios emitido por el Gobierno.

5º Que si bien es cierto es necesario prevenir la propagación del virus, creemos que la militarización de la sociedad no es la forma de hacerlo. Dicho decreto ejecutivo, no contempla los mecanismos mediante los cuales la población puede salir en busca de alimentos, pues no existe un formulario oficial con el cual se pueda comprobar ser el delegado por familia que el Gobierno requiere, y esto mismo podría conllevar a detenciones arbitrarias, abusos militares y policiales. Ciertamente hemos comprobado una actitud de las autoridades más enfocada en las capturas, que en la misma prevención y protección ante el virus.

6° Repudiamos que la Asamblea Legislativa (ARENA, FMLN, PCN, PDC y el diputado no partidario) emita decretos orientados a evitar que la burguesía pague los salarios de la clase trabajadora y que dicha carga se la traslade a instituciones que atiende la problemática de salud. De igual forma, repudiamos el cinismo de Nayib Bukele por reducir el presupuesto de la cartera de salud para el periodo fiscal 2020.

Creemos que es necesario seguir estudiando y denunciando todas las medidas y consecuencias que han de emanar de los recientes acontecimientos, pues las anteriormente enunciadas solo son algunas medidas nefastas tomadas por el gobierno burgués de Nayib Bukele. Es por ello que EXIGIMOS:

1º Se reoriente el Presupuesto General de la Nación, y se refuerce el presupuesto destinado a Salud, ANDA, Agricultura, Medio Ambiente y Educación.

2º Que se obligue a las grandes empresas a pagar lo adeudado en evasión y elusión fiscal para financiar los subsidios prometidos a la población. Además, que la crisis sea soportada por la burguesía y no por la clase trabajadora. Como medida paliativa se debe crear el impuesto al patrimonio, se debe aumentar la renta a la ganancia del gran capital, se debe eliminar las leyes que otorgan privilegios tributarios al gran capital y se imponga el IVA diferenciado, excluyendo los productos de la canasta básica y medicamentos.

3º Que se cierren y confisquen las empresas que siguen violentando a los trabajadores y trabajadoras en sus diversas manifestaciones, para luego ser estas gestionadas por la clase trabajadora a través de comités de fábrica.

4º La Nacionalización de la banca y la creación de un plan quinquenal que permita la reactivación del agro, así como la industrialización del país orientando la producción de bienes y servicios para satisfacer las necesidades del pueblo trabajador.

5º Que la política de control de precios no sea únicamente temporal, y que pueda ser ampliada a todos los productos de la canasta básica, so pena de expropiación de los medios de producción de aquellas empresas que incumplan los precios establecidos.

6º Que se obligue a las empresas a seguir pagando los salarios de los obreros parados, y que dichos salarios provengan directamente de las rentas de los capitalistas.

7º Que cesen las detenciones arbitrarias y se establezcan mecanismos claros, en vista de que hay más detenciones que casos positivos de COVID 19.

Creemos que dichas medidas ayudarán a los trabajadores y trabajadoras, campesinos, trabajadores por cuenta propia y el resto de capas populares a sobrellevar la crisis, pero estamos claros que en el marco del capitalismo estos únicamente serán paliativos, pues la única y verdadera solución es la abolición del capitalismo y la instalación del socialismo.

¡Hoy que las crisis la paguen los ricos!

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Una anécdota de quien fuera joven comunista en el Congreso de Refundación (15-17/12/2006)

En el marco del 87 aniversario del Partido Comunista de El Salvador que se celebrará  el 2 de abril, En el teatro de Cámara Roque Dalton, sólo viene a mi memoria el histórico congreso de refundación realizado del 15 al 17 de diciembre del 2006 en el municipio de Nejapa.
Meses antes del congreso, en el 2005, se corrió el rumor de la refundación del Partido Comunista de El Salvador. Los pasillos de la Universidad de El Salvador no eran la excepción, en ese momento era un estudiante vinculado a las luchas gremiales, dentro de una organización que se definía como marxista leninista, en aquel momento.
Junto a un grupo de compañeros fuimos invitados a formar parte del PCS, dándonos la calidad de “candidatos”; en ese momento, solo tenía 21 años  y ya sentía sobre mis hombros el reto histórico de agarrar la vida en serio y ser congruente con mi cosmovisión del mundo.
Una semana antes del Congreso de Refundación se nos comunicó el lugar, día y hora, donde se nos pasaría a traer, “el jueves a las cinco de la tarde en empunto pasaremos por la gasolinera puma que está enfrente de la salida de economía de la UES”, se nos dijo; eso formaba parte del informe de reunión de célula.
Lo anterior así sucedió. Caída la noche llegamos al lugar donde se desarrollaría el congreso, comencé a identificar algunos rostros ya conocidos y otros camaradas con los que ya habíamos tenido algún nivel de contacto en las luchas gremiales y sociales; en el lugar, se nos designó donde dormiríamos y el lugar para poder cenar, no falto alguien que llegara a saludar y a expresar su afecto con los jóvenes que recién ingresaban al lugar, las muestras de camaradería se hacían progresivamente más frecuentes en la medida que pasaba el tiempo. 
Al día siguiente, logré conocer la composición del congreso que procedió a instalarse como tal. Existía una leve diferencia numérica en cuanto a género se refiere; pero me sorprendió más algunas características etarias de los que integraban el congreso, había poca presencia de camaradas que rondaran entre los 40 y 60 años de edad. Pienso que eso fue el resultado de la inactividad del Partido por muchos años.  En su amplia mayoría eran jóvenes y un grupo de antiguos miembros del Partido que identificaban la necesidad histórica de la refundación. 
En ese grupo de compañeros históricos del PC logré conocer de forma directa a Blas Escamilla y al compañero “Chepito”, quienes ya fallecieron; este último,  fue sindicalista panificador que tuvo una importante participación en el congreso, sobre todo, en la reivindicación de la figura del Comandante Marcial, descalificando las posturas de aquellos que se han encargado de desprestigiar su nombre. En general, este grupo de camaradas históricos profundizaba el compromiso de aquellos asistentes. Respecto a ese y otros puntos, identifiqué una forma peculiar en el abordaje, la objetividad se encontraba presente y aquellas posturas subjetivas casi eran inexistentes. 
Uno de los camaradas más notables era Juan Antonio o como le dicen cariñosamente “el viejo Juan”,  a quien se le otorgó el honor de integrar al Comité Central y éste a su vez lo designó miembro de la Comisión Política y Secretario General. En ese momento pensé: ese camarada es uno de los depositarios de la herencia histórica, que asume el reto de fortalecer el sujeto político de la revolución, ese camarada de complexión pequeña, con un ceño histórico, de apariencia modesta y casi vietnamita.   
A parte de la discusión profunda sobre el programa del PCS, el congreso me permitió hacer algunas conclusiones y valoraciones personales que fueron redefiniéndose de manera colectiva en el seno del partido, a saber: 1) La decisión del noveno congreso (disolver el Partido) no correspondía en esencia a una interpretación histórica y dialéctica de la realidad salvadoreña; 2) atendió a un pragmatismo político coyuntural para eliminar las “diferencias políticas en las organizaciones que integraban el FMLN”; 3) la decisión del noveno congreso inobservó los más elementales principios revolucionarios y comunistas, negando la existencia de un Partido que responda a los intereses de clase y pueblo trabajador; 4) la organización revolucionaria de la clase y el pueblo trabajador no está sujeta a decretos; más bien, la existencia del Partido responde a una realidad histórica y a la interpretación de la misma.
La refundación se constituye sobre la necesidad histórica de  un partido que responda a los intereses de la clase trabajadora, en eso vamos avanzando, vamos bien y con todo.